domingo, 5 de junio de 2016

~ Cap 5: Te cuidaré siempre~

El día era como siempre, bueno aunque no podía decir eso ya que apenas aun eran las 4:00 am. No tenía ganas de trabajar. No después de verse en ese espejo ovalado de gran tamaño. Donde marcaba ahora el doble de malestar que tenía, parecía que la enfermedad cada vez iba avanzando más y más, sin un remedio.
*FLASH BLACK*
- Lo sentimos, señorita Amy. Pero su enfermedad ya está muy avanzada, si pudiese haber venido antes, quizás hubiese existido una mínima posibilidad de hacer un tratamiento o algo para ayudarla.- Fue la noticia más inesperada que tenía, quizás si hubiese hecho caso a su amiga esto hubiera sido evitado. No de la manera del 100%, pero si una cantidad suficiente para superarse.
- No se preocupe, aun así le agradezco por la información. Con su permiso.- Se despidió agarrando su bolso y saliendo de la habitación no sin antes escuchar un "Que tenga unas buenas tardes". Salió corriendo a su casa para llegar lo más rápido posible y encerrarse en su cuarto mientras se aventaba sobre la almohada a ponerse a llorar. Las posibilidades habían acabado definitivamente y no tenía de otra que aceptar.
*FIN DEL FLASH BLACK*
Sus ojos se veían completamente agotados, su piel era más pálida que el día de ayer. Tenía grandes ojeras que de seguro si se echaba un poco de maquillaje lograría taparlas un poco. Le dolía la garganta y al parecer tenía también un poco de fiebre. Pero eso no importaba ahora, necesitaba ir a trabajar. No podía permitirle a la enfermedad que le dejara de hacer lo que ella debía hacer.
El crujido de la puerta abrirse la sacó de sus pensamientos, era Sonic. Quien venía con una bandeja con unos hotcakes y un jugo de naranja a su lado y una flor rosa como adorno del platillo. Entró cuidadosamente sin tropezarse con algo y se dirigió a ella.
- Te traje desayuno. Ya que el día de ayer no desayunaste nada. No quiero que pase lo mismo otra vez.-Habló Sonic mientras se sentaba a su lado de la cama y le alzaba el desayuno que le había preparado.
- Muchas gracias de verdad. No pensé que hubieses sido tan observador.- Agradeció completamente mientras dibujaba una sonrisa débil pero con amor mientras veía su desayuno preparado.
- Me importas Amy, ya te dije que si quiero estar aquí, quiero aportar con algo.
- Realmente te agradezco que...- No pudo continuar por el dolor que le empezaba a llegar, un inmenso dolor en la cabeza que hizo soltar la bandeja y empezar a sostener su cabeza con ambas manos alterando a Sonic.
- ¡AMY! ¡AMYY! ¡AMYYY!
*-*-*-*-*
- Cream, ¿ Puedes abrir la puerta?.- Gritaba Vainilla desde la cocina. El desayuno tenía que estar listo para su pequeña antes de que se vaya al colegio. Cream a pesar de ser pequeña y tener una corta edad cada vez más se iba mejorando a sí misma dando excelentes resultados. Y eso le orgullecía demasiado.
- ¡Claro Mamá!.- Respondió mientras se dirigía con una sonrisa imborrable de su rostro. Se sorprendió un poco al ver a Rouge tan temprano en su casa. Ella no era de visitas, y tenerla allí presente era algo raro.- ¿Señorita Rouge?
- Buenos días Cream.- Saludó cortésmente.- ¿Está tú mamá aquí?
- Sí, pase.- Se hizo a un lado mientras ella entraba por la puerta y se sentaba en el sillón.
- ¿Rouge?.- Preguntó Vainilla extrañada mientras salía de la cocina y se limpiaba las manos con una servilleta.- ¿Pasa algo?.- Interrogó viéndola de manera desesperada. Con una mirada diferente a la que tenía siempre.
- Amy... Amy está en el hospital.- Finalizó abriendo la boca mientras sentía un nudo formarse en su garganta. La cara de Vainilla no tardó en palidecerse al oír tal noticia. Nunca hubiese imaginado que Amy le pasara algo y dudaba un poco ya que Sonic era el que vive en su hogar. ¿Dónde la descuidó?
- ¿Desde cuándo?
- Esta madrugada.- Informó.
- Déjame, dejo a Cream en la escuela y vamos para allá.
*-*-*-*-*
- ¿Eh?, ¿Dónde estoy?.- No recordaba absolutamente nada. Más que unos dolores de cabeza fuertes y los gritos de preocupación de Sonic. ¿Dónde estaba ahora? Sus dolores habían desaparecido completamente, estaba en una casa sola. Decidió checar un poco y salir al jardín sintiendo al instante una gran punzada en el corazón que no podía eliminar con ni una clase de medicina.- ¿Qué pasa aquí?
- Y entonces, antes de enterrar a la eriza, ¿ Alguien que desee dedicarle unas palabras?.- Indicaba el erizo mientras miraba a su alrededor a todos los presentes vestidos de negros.
- Yo.- Habló Vainilla acercándose a la tumba.- Ella siempre ha sido como una hija más para mí. Fue una eriza demasiado fuerte, impulsiva y muy alegre a pesar de todas las situaciones que le pasaban. Realmente todos aquí la extrañaremos ya que sembró en cada uno de nosotros una lección buena de la vida. Solo digo que... Descanse en paz ahora.
"¿Qué?... Esa... No... No puedo ser yo." Se acercó a la tumba para querer asegurarse de que se trataba de alguien más. Pero no fue así. Era ella. Vestida de blanco y unas flores blancas en sus brazos. Tenía aún la piel blanca, y sus ojos cerrados. "Esa no puedo ser yo... ¡Nooo! ¡Nooooo!" Miró a su alrededor, estaban todos sus amigos y conocidos presentes, excepto Sonic. Se adentró a la casa intentando escapar de eso. Debía ser un sueño, no. Más bien una pesadilla. Subió a lo que debía ser su cuarto encontrándose con Sonic bebiendo bebidas alcohólicas mientras lanzaba una botella contra el armario rompiéndola.
- Sonic...- Intentó a acercarse a él.
- ¿Por qué tenías que irte Amy Rose? ¡¿Por qué de esa manera?!.- Gritaba mientras daba vueltas a su alrededor con lágrimas en los ojos.- ¡¿Por qué te callaste?!
- Perdón... No quería que nadie se enterase y se preocupase por mí.- Lamentó sabiendo que el erizo no la podía escuchar. Ya no.
- Esto no es justo. ¿Sabes? Esto es egoísmo. Guardarte algo solo para ti y ya. Haré lo mismo.- Levantó un gran pedazo de vidrio y se lo empezó a encajar en sus venas de las muñecas.
- ¡Sonic no!.- Se acercó e intento agitarlo para que la viera.- ¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí! ¡Sonic no lo hagas! ¡Sonic!
Todo se empezó a poner negro otra vez y quedó sola rodeada de oscuridad hasta que sintió otras voces hablar al lado de ella. "La voz de Sonic."
- ¿Solo es fiebre?.- Se escuchó hablar a Sonic.
- Sí. Necesita una semana de descanso al menos, su salud no está muy bien y lo que más necesita es descansar. Quizás debe de tener muchas presiones, haga que no se preocupe por nada. Necesita seriamente descansar. Nada de esfuerzos.
- ¿Eh?.- Se atrevió a hablar esta vez con el miedo de que fuese una pesadilla aun.
- ¡Amy!.- Gritó el erizo con alegría al verla de nuevo despierta, y se dirigió a abrazarla.- ¡Qué bueno que estás bien! ¡Ya despertaste! Todos vinieron hace unas horas y no despertaste aun así. Ya nos tenéis preocupados a todos. Luego llamo para avisarles que estás bien. Quedaste 7 horas sin abrir los ojos.
- ¡¿Tantos?!- Exclamó la eriza.
- Si, bueno, los dejo un momento a solas. Me retiro.- Comentó el doctor para disponerse a salir.
- Te veías bien cansada Amy, necesitarás una semana de descanso.
- ¿Pero qué hay del trabajo?
- Es más importante tu salud por ahora. Debes descansar.
- Esta bien. Oye por cierto gracias por haber estado aquí conmigo y preocuparte por mí.
- No te preocupes Ames, lo importante es que te estés mejorando.- Acercándose a ella. Acomodándose en la camilla.
- ¿Cuándo puedo salir?
- Esta noche. Oye, ¿Pasa algo que no me has contado acerca de tu salud?.- Preguntó volteando a verla a los ojos.
- Solo que no me he tomado vacaciones en serio, mi trabajo me pesa un poco pero me digo a mi misma que no pasa nada, no te preocupes.- Dijo volteando a ver a otra parte, pero Sonic la agarra de sus mejillas y hace que lo mire a los ojos.
- Amy... Me importas demasiado como no tienes idea, estos años te he echado de menos más que a nadie.
- ¿Qué estas tratando de decirme?
- Que estoy enamorado de ti.- Confesó mientras se acercaba a ella, cortando el espacio que existía entre ellos dos y la besó suavemente.
Quizás esto era algo que ella siempre había soñado desde pequeña y aunque quería jugar el juego de ser la difícil sabía que lo mejor que podía hacer era solo disfrutar al máximo todo lo que le queda del tiempo, iba a morir y esa idea no le gustaba, pero al menos quiere morir feliz al lado de su amor de siempre: Sonic.
"Disfrutaré hasta el máximo lo que me queda, junto contigo Sonic. Te amo."
*-*-*-*-*
Esa noche regresaron a casa con una alegría imborrable por parte de ambos. Y más porque tenían visitas de sus amigos en su casa.
- ¿Cómo estas Amy?.- Preguntó Vainilla acercándose a la eriza y abrazándola.
- Ya estoy un poco mejor Vainilla. Gracias por venir.- Agradeció devolviéndole el abrazo.
- Amy, sabes que eres como una hija mía y como una hermana para Cream, nos importas mucho.
- Señorita Amy, le trajimos unas cuantas frutas y recetas de caldos para que la puedan ayudar a aliviarse más pronto.- Habló Cream mientras le entregaba una canasta.
- Amy, me alegra que ya estés bien. Nos habías metido un susto a todos.
- No te preocupes Rouge, espero no haber causado tanta preocupación.- Se disculpó con una pequeña sonrisa.
Se quedaron un poco más la visita para sacar un poco de plática después del susto del desmayo de Amy. Realmente el tiempo pasa volando y cada vez más se distanciaban pero sin perder la comunicación que siempre los unía. Después de media hora se dirigió a la puerta para darles la despedida a ellas y desearles unas buenas noches y avisar si un día estaban libres, organizar un día de campo en cuanto se pueda.
Una vez sola de nuevo con Sonic, se dirigió a la cocina a cocinar un poco, pero los brazos de Sonic en su cintura interrumpiéndola, le daban la señal de que él se haría cargo de la cena por toda la semana.
- Debes descansar Ames, vete a la cama y luego te alcanzo.
- Esta bien.
Subió las escaleras y se acomodó en su cama. Sacó su álbum para empezar a ver las fotos que tenía. En unos minutos subió Sonic con una sopa italiana que había comprado en el supermercado. Se acomodó a su lado y juntos empezaron a ver las fotografías del álbum recordando los momentos con alegría que habían vivido de pequeños. Una vez terminada la cena y de acabar de ver las fotografías, Sonic decidió dejar a Amy descansar, pero antes de salir la escuchó hablar.
- ¿Qué pasa Ames?.- Preguntó.
- ¿Te importaría dormir hoy conmigo? Por favor. Solo por hoy.
- Esta bien. Sólo por hoy.
- Gracias.- Agradeció mientras se acomodaba para darle lugar a Sonic.
No tardó en caer dormida en sus brazos en par de minutos. Realmente este día había sido muy cansado y pesado. Muchas preocupaciones por su salud. "Me haré cargo de ti por siempre Ames, te amo." Pensó Sonic para sus adentros mientras miraba a la eriza rosa en sus brazos durmiendo tranquilamente. No sabía cómo ni en dónde ni mucho menos cuándo, pero sus sentimientos por ella habían crecido de manera rápida e inesperada. Y ese beso en la tarde, daba a conocer que no solo quería amistad de ella, sino algo más.

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