martes, 31 de mayo de 2016

~ Cap 4: Me enamoré~

La alarma sonando indicaba que ya era hora de levantarse, las 4:30 am exactamente. No quería hacerlo, pero sabía que tenía que hacerlo para que no le bajaran su sueldo. Se dirigió al baño, y se asomó enfrente del espejo. Observando sus púas rosadas y largas, y su rostro sintiéndose cada vez más acabada con el paso de los días. Pero por ahora no quería pensar en eso, ya que en cuestión de segundos terminaría mojadas sus mejillas, y no quería hacerlo después de la noche anterior.
Recordó el casi beso entre Sonic y ella, pero sabía perfectamente que no debería estarse pensando en eso. Tenía un tiempo para vivir, y quitándose eso a un lado, le hubiese encantado besarlo. Si claro, no tuviera su problema. Decidió meterse a bañar por una vez, ya que si no se le haría tarde a la eriza. Una vez lista. bajo a lavar un poco la cocina, mientras tenia cuidado con el lavabo. Se iba a poner a desayunar pero viendo la hora decidió que no, y solo detenerse para escribir una nota a Sonic, avisándole dónde hay comida para que se prepare. Se dirigió silenciosamente a la puerta, pero antes de abrirla, unas manos en sus hombros la detuvieron, era él.
- Oh, Sonic.- Habló la eriza mientras se detenía a verle a los ojos.
- ¿A dónde vas tan temprano?.- Preguntó tallándose los ojos.
- I... Iré a mi trabajo.- Contestó.
- ¿A las 5 de la mañana? ¿Y te vas sola? Deja te acompaño.- Se ofreció acomodándose la chaqueta de cuero, sin dejar que Amy lograse a protestar acerca de su petición. A decir verdad, el clima era lluvioso y nublado con ligeras gotas de lluvia, e ir sola le podía dar cierto peligro que no quería pasar.
Caminaron hacia lo que era la parada del autobús, para dar a emprender el viaje en camino. Hacía un poco de frío para la eriza, lo que Sonic notó y se dispuso a ofrecerle su chaqueta.
- ¿Tú no tendrás frío?.- Preguntó antes de tomar la chaqueta que éste le ofrecía.
- Me importa más tu estado de salud, puedo aguantar yo.
- Esta bien.
- ¿ Y qué es lo que haces en tu trabajo?.- Preguntó Sonic, intentando sacar un ambiente cómodo para ambos.
-Bueno, como trabajo como secretaria de una gran empresa. Tengo que revisar lo que son las peticiones y prototipos de quienes desean entrar ahí y que sus productos sean aceptados. Y no es tan "simple" como todo mundo piensa al principio. Llegan alrededor de 6,000 prototipos al día.
- Y, ¿Tú sola lo haces?
- Solo la mitad. La otra mitad lo hace la secretaria Katina.
- Bueno, al menos no lo haces sola.
- Je, je no te preocupes Sonic. ¡Mira! Es aquí.
Hizo la parada para bajar, y una vez en el suelo, empezaron a caminar hacia el interior del área de la empresa, hasta llegar a la puerta de entrada, donde había un guardia leopardo que al verla, la saludó cortésmente mientras la dejaba pasar junto con el erizo. Con la excusa escuchada de que era su hermano y venía de visita.
- Bien, es aquí.- Indicó mientras abría la puerta donde estaba su oficina, con dos escritorios, uno en cada lado de la puerta del final, donde tenía las letras marcadas diciendo "Gerente".- Mi lugar es al lado derecho de la oficina de mi superior. Él verifica todo lo que hago.
- Tu trabajo se ve muy... pesado.- Opinó mientras veía el lugar, las paredes grises igual que los escritorios, una recuadro de una pintura donde venía una empresa con día nublado.
De pronto, entró una gata de color café, llamando la atención de Sonic.
- Buenos días Katina.- Saludó Amy alegremente sin recibir respuesta de la otra, quien tenía sus audífonos y que sólo se dirigió a su trabajo a jugar en la computadora que había al solitario.
- ¿Quién es él?.- Preguntó mientras al fin ponía atención a su alrededor. Percatándose de Sonic.
- Oh, él es Sonic The Hedgehog. Y...
- ¿¡Sonic The Hedgehog?!- Exclamó interrumpiendo para acercarse a Sonic, y jalarle las orejas y cachetes.
- ¿ Qué estás haciendo?.- Cuestionó un poco enojado por esa actitud infantil de parte de ella. No le gustaba que hagan eso. Y menos en zonas sensibles como sus orejas y cachetes.
- Comprobando que no eres un farsante.
- No lo soy.- Confesó mientras quitaba sus manos de su rostro.
- ¿Qué haces aquí? Vienes para hablar con el gerente de aquí. ¿Quieres promocionar algo? Dilo, y te lo consigo.
- De hecho no, solo vengo a acompañar a Amy al trabajo.
- ¿ Amy?.- Preguntó sorprendida. Amy, era una chica demasiada trabajadora para estar con cosas de famosos. De hecho, odiaba que hablaran de los famosos. Pero en toda su estancia jamás había contado de que conocía a Sonic The Hedgehog el erizo más reconocido en ese planeta, por las acciones que hacía de salvarlos a todos en varias ocasiones.- ¿Por qué no me habéis dicho?
- Recuerda que tanto tú como yo tenemos cosas que hacer en esta oficina, y nunca me preguntas sobre mí. ¿ Para qué decirlo?.- Contestó la eriza sin dar importancia al asunto mientras seguía con sus papeleos.
- Buenos días, entró un lobo bien formal, con un traje especial negro, con su pelaje arreglado hacia abajo, dándole un aspecto sexy. Mientras se dirigía al interior.- Amy, te necesito en mi oficina.
- Si señor.- Contestó la eriza mientras agachaba la cabeza y desaparecía la sonrisa. Cosa que Katina no captó pero Sonic sí.
Una vez adentro de la oficina del lobo llamado Corner, cerró la puerta con candado mientras que la eriza se ponía de pie enfrente de su escritorio. El lobo, se empezó a acercar a Amy, mientras depositaba sus manos en su pequeña cintura. Y olfateaba un poco en su cuello y lo lamía con rudeza, dando escalofríos en ella. Quien no hacía nada para detenerle.
- Te he echado de menos Amy este fin de semana.- Habló por fin el lobo, mientras le acariciaba una nalga, y con la otra mano empezaba a acariciar uno de sus pechos, mientras que ella se dejaba sin protestar. Conteniéndose los gemidos.- Vamos.- Siguió hablando mientras quitaba un botón de su camisa mientras metía suavemente su mano adentro. Pero antes de llegar a tocarlo, sonó el teléfono interrumpiendo el mejor momento para el lobo, pero salvando a Amy dejándola suspirar de alivio.- Si, voy para allá.- Colgando el teléfono.- Amy, tú y Katina tendrán este día libre, ya que el jefe está pidiendo una reunión secreta que puede durar horas.- Avisó mientras abría la puerta y salía a velocidad.
Una vez afuera se dirigió a Sonic, quien se le veía con cara de desinterés con Katina.
- ¿Pasa algo Amy?.- Preguntó el erizo.
- Nos dan el día libre a Katina y a mí, por una reunión.
- Bueno, entonces vámonos.
- Deja acomodo las cosas y en unos minutos salgo.
*-*-*-*-*
Salieron del edificio, mientras caminaban hacia la parada del autobús. Llegando a casa, se aventaría a la cama sin duda, para relajarse un poco con las cosas que pasan. Por una parte quizás ya deseaba que su tiempo llegase más rápido, pero con Sonic quería que se congelara. Aún no recuerda cómo llegaron al momento de que Sonic fuese tan amable y pegado a ella. Siempre acompañándola a los lugares sin importar la hora y la situación.
Eso es algo que siempre había pensado en varios años desde que era apenas pequeña. "¿ Ahora mis sueños se hacen realidad?" Pensó con algo de alegría mientras se dirigía hacia el interior de la casa. El camino de regreso es mucho más rápido que el de ida. Cerró la puerta después de que Sonic haya entrado en ella y vio la agenda para verificar si se estaba olvidando de algo. Y fue cierto. Era día de ir a la despensa.
- ¡Demonios!.- Murmuró para sí misma.
- ¿Pasa algo?.- Preguntó Sonic mientras se acercaba a ella.
- Se me olvido por completo que tengo que ir de compras.
- ¿Quieres que te acompañe?.- Ofreció mientras se acercaba a ella.
- ¿No sería mucho? Porque te has desvelado. Y ya has pasado mucho tiempo conmigo.
- No importa. Es divertido.
- Bueno, vamos.
Se dirigieron otra vez a la calle, para ir al supermercado. Un lugar demasiado grande para comprar la despensa necesaria para ellos. Una vez dentro, Amy le comentó de lo que tenían que comprar y la marca más económica. Pero Sonic decidió mejor ir por todo juntos, tenían demasiado tiempo para agarrar todo. Entonces así quedó todo. Ambos presintieron que será divertido.
Se dirigieron a lo que venía en la lista, que era unas sopas italianas de las De Luigi. Al dirigirse hacia allá vieron que estaban demasiadas altas, pero eso no fue un impedimento para la eriza. Empezó a escalar un poco para alcanzarlo, aunque le faltaba más estatura para llegar a ellas. Pero de pronto sintió las manos de Sonic en su cintura. Y a diferencia del lobo, éste le daba escalofríos y seguridad en ellas. Por lo cual la hacía sacar una sonrisa y que sus mejillas se hicieran rojas.
- Tranquila, yo te agarro.- Intentó sonar seguro Sonic para que Amy no se lograra desbalancear. Los alcanzó e intento bajar sola sin ayuda de él, pero al pisar mal cayó de golpe en sus brazos.- No intentes ser fuerte, por eso pasan estos accidentes. Acepta la ayuda que te doy Ames.
- Esta bien Sonic, ya puedes bajarme.
- ¿Qué sigue en la lista?- Preguntó.
- Los jabones.
*-*-*-*-*
Regresaron con los brazos llenos de bolsas pesadas con cosas que necesitaban. Empezaron a acomodar las cosas en su lugar sin perder el toque de la diversión en ambos. Ya que acabaron, se dirigieron al sofá a ver un poco de tele, con las palomitas. Se acomodaron en él, y empezaron a ver cuáles canales les pudiese llamar la atención. Pero en unos minutos después al voltear a ver a Amy, ya estaba dormida sobre su hombro.
- Vaya, sí que estabas cansada Ames.- Le vio el rostro sereno y tranquilo que tenía mientras dormía. Era la primera vez que había notado tanta diferencia en ella en estos cortos años. Le acarició un poco las púas mientras dibujaba una sonrisa." Creo que me enamoré completamente de ti, Ames".
CONTINUARA.-.-.-.

jueves, 26 de mayo de 2016

~ Cap 3: Un paseo~

La mañana llegó entrando por su ventana. Con un pequeño y ligero rayo de sol, traspasando los cristalinos transparentes de sus vidrios. Era hora de levantarse. Se talló los ojos grandes que tenía esa eriza rosa, y sonrió al ver el hermoso día que se mostraba por el otro lado de la ventana. "Sería solo un sueño, si esto pasara para siempre". Pensó con dificultad, mientras luchaba por no borrar aquella sonrisa que llevaba en su frágil rostro.
Escuchó un ruido en la cocina, lo cual la alarmó. ¿Quién tenía el descaro de entrar a su casa sin autorización? Bajo corriendo las escaleras, no sin antes agarrar la escoba como arma. Quizás podría ser un ladrón. Se acercó sigilosamente a la orilla de la entrada de su cocina, y en un instante se colocó en medio de ella, asombrándose más de lo que no se imaginaba.
- ¡Ey, Amy!-. Claro, había olvidado que el erizo se quedaría en su casa mientras conseguía la suya por una temporada. Soltó la escoba colocándola en la pared, mientras se adentraba más a la cocina.
- Sonic, se me había olvidado que estabas aquí. Estoy tan acostumbrada a vivir sola, que se me pasó-. Sonrió mientras se dirigía al lavabo, a servirse un poco de agua, para calmar los nervios que tenía hace unos minutos.
- No te preocupes, Ames. Por cierto, estoy preparando el desayuno, ya que si vivo aquí, al menos haré algo de provecho-. Habló Sonic mientras se acercaba a la estufa, y seguía cocinando.
- Me suena bien la idea. ¿Qué es lo que cocinaremos?-. Preguntó dirgiendose a la mesa del comedor. Y agarraba aquella silla de madera que estaba alrededor de ésta.
- ¿Te apetece un hot-cake?-.
- Je si, me encantan los hot-cakes. No sabía que sabes cocinar-.
- Aprendí mucho en los años que estuve lejos de aquí-. Explicó mientras apagaba la estufa, y se dirigía con los dos platos hacia la mesa. Donde se encontraba Amy.- Dime, ¿ Qué tanto ha cambiado este lugar?
- No mucho-. Contestó.- Las cosas siempre han sido como antes de que te fueras. Ha habido uno que otro problema de robos y secuestro, pero el lugar sigue pacífico. Te impresionarías que los parques estén completamente idénticos como la última vez.
- Vaya, entonces, sigue siendo lo mismo. No hay mucho que contar.- Sonrió.- ¿Y qué harás hoy?
- No tengo planeado, más que dormir y descansar. Mañana tengo trabajos que hacer desde las 5 de la mañana.
- ¿Qué te parece si salimos hoy?-. Invitó el erizo, dándole un bocado al desayuno.
- ¿Hoy?-. Cuestionó la eriza sorprendida de la inesperada pregunta de Sonic. Desde tiempos atrás Sonic era el erizo más tímido para este tipo de cosas, por lo cual cada vez que ella le pedía algo como "cita", él nunca respondía, se hacía el zurdeado o sólo salía huyendo a toda velocidad, dejándola sola con el corazón roto. Quizás las cosas no habían cambiado por aquí pero, sobre él. Cambió.
- Sí, hay un lugar que aprecio mucho, y me encantaría ir de nuevo allá. Podemos ir juntos, para que aprecies el mismo lugar que yo.
- Es que... No lo sé. Tengo papeleos que llenar y muchas cosas que limpiar por aquí y por acá en esta casa. Ya que sólo es un día a la semana que descanso. - Habló Amy mientras miraba la casa que tenía en su alrededor, había basurilla y polvo por los pisos, algunos muebles incluidos también.
- Es domingo Amy. Date un descanso de verdad-. Insistió.
- Esta bien-. Accedió mientras se dirigía hacia las escaleras.- Iré a cambiarme. Espera un momento.
*-*-*-*-*
El día era largo y aún tenían demasiadas horas para que acabase ese día. Por lo cual Sonic decidió tomar el transporte del metro, a pesar de todo de que tiene su velocidad, decidió ir despacio con la eriza, aprovechando que así tenían tiempo para platicar y saber más del uno y del otro.

- ¿De qué te ríes?-. Preguntó mientras subía adentro del transporte y veía como ella sacaba una que otra risita.
- Que el gran Sonic haya tomado un transporte al lugar de ir corriendo a velocidad super sónica. Eso es algo irónico-. Ríe otra vez.
- Yo no le veo el problema-. Se defendió mientras sacaba una sonrisa.
- No. Claro que no hay problema, me gusta ver el paisaje cuando voy a otro lugar.
- Amas mucho ver los paisajes verdad? ¿Cuáles te gustan más? ¿Los acuáticos, atardeceres, amaneceres, los anocheceres, los de otoño, primavera, verano, o invierno?-. Cuestionó provocando una risa más grande a la eriza.
- Pues para serte sincera, me encantan todos.
- ¿Hasta los panteones?
- Je, no. Claro que no-. Se rió mientras se sujetaba del palo de metal de la puerta para fijar su vista al paisaje que iba pasando-. Pero muy pronto estaré en uno-. Susurró casi inaudible, mientras agachaba la cabeza y se sujetaba más fuerte del metal.
- ¿Qué?-. Preguntó haciéndole saber que si había escuchado, pero no muy claro.
- ¿Eh?, No, no dije nada-. Mintió.
- Bueno, ya llegamos hay que bajarnos.- La toma de la mano, mientras que se sonroja extremadamente para salir. El metro es un transporte rápido pero también muy peligroso por lo que había vivido la vez pasada.
*-*-*-*
Caminaron por un rato mientras observaban lo que eran los árboles, las flores de distintas formas y colores. Realmente este es un lugar único y ella muy poco conocía este lugar. Su trabajo era pesado, y no tenía tiempo para darse un pequeño descanso, apenas le alcanzaba para poder hacer las labores de la casa. Su vida no era muy buena como se lo esperaba desde pequeña. Pero aún tenía ese sueño de pequeña: Tener una familia.

Alguien que la pudiera amar de verdad por lo que era, pero las cosas en la vida no siempre se cumplía y no cabía nada más que hacer que aceptar.
Siguieron caminando por un rato largo por un hermoso pasillo cementado de color amarillo. Mientras a su perímetro se encontraban las rosas rojas iluminándolo mejor con buena vista. Empezaron a platicar de nuevo, pues el camino no era corto. Y Sonic necesitaba al menos conocerla de nuevo.
No sabía si era porque quizás había cambiado en este tiempo, o tal vez, seguía siendo la misma Amy que conoció desde que era un infante. Los recuerdos volaron por su cabeza como una pequeña estrella fugaz. Risas, rescates y planes donde tenían que trabajar juntos. A pesar de ser una eriza un poco testaruda, debía admitir que ella tenía agallas. Conociéndola cuando se enfada de verdad. Procuraba siempre no hacerla enfadar por temor a que saque de nuevo su martillo. Su arma de defensa. No la culpaba por eso. Pero ahora había notado el gran cambio que había tenido. Su cuerpo se convirtió en una hermosa figura de una eriza grande, su voz era más suave, sus púas habían crecido. Se los había dejado crecer dándole puntos a la apariencia.
- Y así son todos los días.- Contaba la eriza acerca de su trabajo mientras escalaban una pequeña colina arriba. Estaba realmente relajada, las cosas con Sonic estaban yendo bastante bien. Sonic le hablaba de muchas cosas de las cuales había vivido desde que estaba lejos de ellos. Era una vida como siempre, un agente de rescate en la organización más importante de Mobius. Las cosas en el parecían iguales, excepto a lo que era su aspecto. Había cambiado completamente, haciéndose más atractivo de lo que pensaba ella.
- ¡Wow! Sí que es mucho lo que tienes que hacer, ¿No crees que es injusto?-. Preguntó el erizo un poco preocupado. No era más que la verdad. Ella tenía un trabajo lleno de cosas que hacer como secretaria/licenciada para la empresa. Una empresa muy exitosa por aquí. Amy suspiro lentamente mientras recordaba cómo había sido últimamente en estos meses. La empresa cada vez tenía más demandas y ofertas por hacer. Ya que la gente de ahí pedía cada vez más y más. Sin mencionar lo que pasó con su jefe. Quien era un erizo multimillonario y a veces la manoseaba una que otra vez en el trasero diciéndole que sólo fue un error o que quería sostenerla cada vez que se subía al almacén con una pequeña escalera temblorosa para agarrar algo que él le pedía.
Eso la hacía sentir totalmente intimidada y acosada. Realmente no le gusta esos pequeños "errores" o "excusas" que él le inventaba para poder manosearla aunque sea poco. Pero eso decidió callárselo para sí sola. Tenía el temor de que él llegase un día a despedirla y ya no tener con qué mantenerse en los pocos meses que le quedaban de vida. Sin querer soltó una lágrima resbalándose por su mejilla. Preocupando al erizo.
- ¿Dije algo malo? Perdón Amy, no quise hacerte sentir mal. Lo siento.- Se disculpó el erizo pensando que fue su causa esa lágrima. Para animar un poco de nuevo el ambiente, le avisó que ya llegaron al lugar que tanto habían caminado para ir hacia allí.
Ahí estaban. En una hermosa vista de arriba hacia abajo donde era la ciudad. Aunque preferiría estar de noche, aún de día era hermosa la vista que se presentaba ante sus ojos. Todo de lo que un día se había imaginado en sus sueños, pero jamás verlo presente de verdad ante ella. Una suave brisa hizo mover tranquilamente sus púas rosadas, haciéndola sentir como viva después de tanto tiempo. Apreció rápidamente este lugar, después de todo, valió la pena dejar los deberes de su casa. Sonic la trajo a un lugar que ella no se imaginaba que él apreciaba también. Se agachó suave y lentamente hacia el césped en sus pies, para poder sentarse en él. Mientras que Sonic daba un respiro de alivio mientras se echaba a acostar en el verde césped.
- Sonic, vaya. No sabía que tu visitabas lugares como estos.- Hablo la eriza mientras seguía apreciando la vista hacia la ciudad que tenía abajo. Desde allí se podía observar los carros moverse rápidos, mientras que había hoteles, casas, iglesias, y carteles de restaurantes y servicios públicos en uno que otro edificio.
- Me gusta mucho conocer lugares así en este planeta. Pero debo decirte que este es mi favorito. Vengo más seguido por aquí.- Comentó Sonic mientras hacía una cruz con sus brazos abajo de su cabeza utilizándolos como almohadas.
- Y también en el mío.- Añadió Amy mientras se acostaba junto con Sonic apoyándose en su codo. Mientras que éste la volteaba a ver.
- Je, ¿ Enserio te gustó?.- Preguntó con una esperanza de que ella fuese sincera.
- Me encantó. De verdad. Gracias por traerme aquí.- Agradeció mientras se sentaba otra vez para tener una mejor vista de la ciudad. "Quisiera quedarme aquí por siempre donde no haya ruidos ni preocupaciones". Pensó para si misma, mientras abrazaba sus rodillas y colocaba su cabeza en sus manos. Realmente era un bello deseo que ahora quería. Quizás la vida es injusta con ella, porque jamás dejo de existir lo que era el dolor y el sufrimiento. Pero también existen cosas que realmente aprecia como a sus amigos, y aunque nunca conoció a sus padres, sus amigos le llenaban el vacío que sentía sin tener una familia de verdad.
- ¿En qué tanto piensas?.- Cuestionó el erizo mientras se sentaba a su lado. Y se pegaba a ella.
- En nada.- Mintió.
- ¡Vamos, dime!.- Insistió.
- Oye, si yo me fuese.- Comenzó a decir mientras no apartaba la vista de la ciudad.- ¿Qué harías?
- Buscarte.- Dijo Sonic mientras se preguntaba a qué motivo venía esa pregunta.- ¿Te vas a ir?
- No. Solo quería saber tu reacción.
- Te buscaría cueste lo que cueste.- Miró el cielo que aún estaba hermoso. Pero ya era tiempo de volver a irse, sabía que Amy tiene cosas por hacer, así que solo iban a estar unas cuantas horas.- Amy, vámonos ya. Hay mucho que recorrer.
- Si.- Le dijo mientras se levantaba del césped con la mano de Sonic. Una vez parados los dos, empezaron a dar recorrido al lugar. Realmente ella admiraba todo lo que pasaba en su alrededor, árboles, césped, flores, y unas pequeñas cascadas. Para poner un poco de diversión por parte del erizo, decidió acercarse al agua y hacer que ella también lo hiciera. Una vez que ya estaban cercas, metió lentamente sus manos al agua, y la mojó haciendo sorprender a la eriza por su repentina acción.
- ¡Sonic!.- Se quejó mientras se secaba el agua salpicada del erizo. Quien se reía por su reacción. Tampoco quería ser una aguafiestas. Así que mientras Sonic estaba distraído burlándose. Metió rápidamente sus manos al agua y le salpicó al doble. Haciendo que ya no le diera tanta gracia.- Ja ja, Sonic ya te bañaste.
- Muy graciosa.- Empezó a tomar más agua y a arrojársela mientras que ella también hacia lo mismo. Pronto se convirtió en una guerra de arrojarse agua el uno con el otro con muchas risas. Hasta que llegó el guardia del lugar y les pidió que dejaran de jugar así. Hicieron caso y se fueron a caminar el resto del camino.
- ¿Viste la cara que tenía?.- Preguntó Sonic mientras caminaba a su par.
- No te burles, no estaba tan fea. Pero... bueno, hay mejores.- Le siguió mientras se dirigían a unas escaleras abajo para poder descender de la colina.- ¡Que flojera! No quiero ir en escaleras.
- Pues vámonos por acá abajo. Bajamos la barda y ya.- Le llegó la idea de que al menos no iban a usar escaleras. Pero no estaba tan pequeña la colina, por lo cual a Amy le llegó el miedo de caerse y lastimarse.- ¡Vamos Amy!
- No. No puedo.- Negó la eriza mientras asomaba la cabeza hacia abajo.
- ¿Por qué no? ¿Tienes miedo?
- Sí.
- Ven, yo te ayudaré y si te caes te atraparé.- Intentó animarla mientras le alzaba los brazos.
- No.
- Ven. ¿No confías en mí?
- No sé. Me da miedo.
- Está bien. Vete por las escaleras.- Dijo mientras se hacía a un lado y dejaba un sentimiento de cobardía a la eriza. Por lo cual, cambió de opinión y se dirigió a la orilla aceptando la oferta. Se puso de espaldas contra la barda mientras echaba una última mirada hacia abajo.
- Tú puedes.
Oír esas palabras de Sonic la animaron más de lo que creía para tomar fuerzas de voluntad, y bajar como podía. Pero al pisar mal, resbalo haciéndola caer mientras cerraba los ojos. Pero menos mal, que Sonic estaba ahí y logró atraparla, perdiendo el equilibrio y cayendo fuerte contra el suelo.
- Lo siento.- Se disculpó Amy mientras le miraba a los ojos. Sus labios estaban muy cercas, un centímetro más y era un beso. Se sonrojó mientras sentía cada vez más cercas a Sonic. Cerró suavemente los ojos para sentir mejor lo que estaba por venir. "No puedo." Se dijo a si misma mentalmente mientras se volteaba a otra parte. Diciendo como excusa que tenía que ir al baño por urgencia.
*-*-*-*
Fue un día completamente cansado por la caminata, pero eso no le quita lo genial que se sentía a su lado viendo la naturaleza después de hace tanto tiempo. Llegaron a la casa, aventándose al sofá, mientras que ella se quitaba los zapatos que llevaba y se dirigía a la cocina, para preparar la cena e irse a dormir. Mañana tendría que levantarse temprano para ir allá y terminar un poco los labores de su casa. No podía quedarse así sin hacer nada.

Comieron tranquilamente mientras hacían una charla cómoda entre ellos y sus pequeños gustos. Se despidieron mientras cada quien iba a su propia habitación. Una vez dentro y con candado, se aventó contra la puerta mientras se dejaba caer arrastrada contra la pared. Sus lágrimas se empezaron a reunir en gran cantidad en sus ojos grandes y verdes, mientras que se abrazaba a sí misma.
" Lo siento Sonic". Pensó mientras recordaba aun lo que estaba a punto de pasar entre ellos dos acerca del beso. Ella sabía el por qué lo hizo. No sería justa si hiciera eso con él. Sabía perfectamente que no iba a durar en la vida para siempre. Aunque nadie vive para siempre. Pero muy pocos se van antes de acabar el máximo de años de la vida. Sacó la carta que le habían entregado para notificarle lo de su enfermedad, y la volvió a leer mientras se sentaba en la cama.
"Buenas tardes señorita Amelia Rose:
Esta carta es dirigida para más ni menos avisarle sobre su salud. Checamos muy bien los análisis antes de poder darle su explicación.
Lamentamos decirle por este medio que sus análisis, salieron positivas. Usted tiene Leucemia. Lamentablemente ya no se puede hacer nada, su enfermedad ha ido aumentando al nivel de no poder hacer nada completamente."
Cayeron dos espesas lágrimas mojando en dos círculos la carta. La dejó a un lado mientras se acostaba y abrazaba la almohada, sin aguantar más y echarse a llorar en silencio por esto. "Si Sonic se enamora de mí, y si yo me sigo enamorando de él. La despedida será más dolorosa de lo que no me pueda imaginar. Tengo que estar distante con él. No quiero que él se arruine la vida al ver como pierdo yo la mía. Merece vivir".
La noche cayó rápido, y la luz de la luna redonda, tenía sus brillos entrando por su amplia ventana que dirigía a su balcón. Se acercó a la ventana y aún con sus ojos llorosos y las lágrimas cayendo, miró la hermosa luna que tenía arriba, siendo acompañada por las estrellas inferiores. "Si un deseo tuviese, sería ser feliz de verdad, formando una familia con el erizo que amo."
Continuara*-*-*-*

sábado, 7 de mayo de 2016

Cap 2: Reencuentro.

- Señor Sonic, ¿Desea un poco de café?- Preguntó la sirvienta acercándose hacia el erizo azulado, quien iba mirando hacia la ventana del avión privado donde iba. Observando el tranquilo pero lejano paisaje que se apreciaba desde arriba. Después de todo, no faltaba mucho para volver a ver a sus amigos. Quién podría decir que estos 3 años habían pasado completamente volando, sin darse cuenta de lo rápido que el tiempo decidió ir.
Sus amigos, se preguntaba cómo les estaría yendo a cada uno de ellos. En especial a su eriza pequeña Amy. La eriza que conoció desde que eran apenas unos pequeños infantes. Miles de recuerdos de los que se podía decir que, unos si muy buenos y otros, no muy buenos por así decirlo. ¿Cómo le estaría yendo a esa eriza? Quizás ya era una eriza de edad mayor, alguien completamente feliz y cambiada. Sonrió al pensar en lo último. Tres años era completamente demasiado para varios cambios con todos. No podía, mas bien, no quería quitar esa sonrisa de saber de que volverá a encontrarse de nuevo con sus viejos amigos.
-¿Señor Sonic?.- Interrumpió sus pensamientos la mujer mientras le veía extrañada por esos gestos que tenía.
-Estem... No.- Contestó saliendo de sus pensamientos, dando atención a la señorita que le atendía en el avión privado.
Realmente estaba tan emocionado por llegar, que ya decidió no poner tanta atención con las cosas que pasaban alrededor. Lo único que importaba ahora era que pronto volvería a casa. Y para quedarse esta vez.
*-*-*-*
Ese es el vestido perfecto. Era el que mas encajaba y que mostraba la mujer en la que se había convertido. Seguramente su erizo azulado se daría cuenta del gran cambio que se había hecho en este paso de los años. Se dió una media vuelta enfrente del gran espejo, admirando ese sencillo pero lindo vestido rojo que le llamó la atención desde un principio.
-¿Este se ve bien, Rouge?.- Preguntó sin despegar la vista de su vestido frente al espejo.
-Si, te queda perfecto. Mas bien, no conozco un vestido donde no te encaje con esa bella sonrisa.- Admiró.- Bueno, desvistete, si quieres yo lo pago. Iré a la caja, te veo allá.
-Si, luego te alcanzo.- Se adentró al interior del probador para quitarse el vestido, pero no sin antes volverse admirar una vez mas. Quería verlo, deseaba verlo, lo necesitaba como no se imaginaba nadie. "Llega pronto, mi querido Sonic". Pensó mientras en sus ojos se empezaban a formar unas pequeñas lágrimas asomándose en el interior de ellos. Poco a poco, empezó a sentir unos fuertes dolores que hizo que se tocara la cabeza y se arrodillara de golpe contra el piso. No gritó, no quería que nadie supiera de esto, así no tenía porque estarles preocupando y arruinando la fiesta de bienvenida para su erizo. Dejó soltar esas pequeñas lágrimas que se habían acumulado antes de su dolor, y se puso de pie con dificultad sujetandose de la pared blanca de su lado.
Unas pequeñas gotas de sudor empezaron a resbalar desde la frente. Se las secó, y se miró una vez más al espejo, demostrandose una sonrisa para poder seguir en pie sin dificultad.
- ¿Amy?-. Se escuchó desde afuera de su probador. Era Rouge.- ¿Estás bien? Ya pague el vestido.
- Si, pronto voy para allá.- Respondió quitándose cualquier evidencia de lo sucedido anteriormente.
*-*-*-*
La decoración de la fiesta había terminado. Flores blancas en un jarrón de vidrio transparente en cada mesa cubierta de una manta celeste. La fiesta se llevará a cabo en el jardín grande de la casa de Tails. Cream se encargó de la decoración con unas cuantas flores de diferente tamaño y color. Y de organizar la mesa de aperitivos a la mitad de éste.
Poco a poco los invitados empezaron a llegar, iniciando con Blaze y Silver, quienes dejaron el trabajo pesado a un lado para darse ambos un gran descanso con la reunión de todos sus amigos. Llevaban mucho tiempo separados y tampoco sabian de nadie. Y la idea de volver a verse, se había completado y hecho realidad.
También llegaron después, Knuckles y Rouge, quienes aun no eran pareja oficial, pero es algo parecido, ya que viven juntos en una pequeña casa de dos pisos, mantenida por ambos. Sus típicas peleas aun seguían en pie. 
No faltaron tampoco los detectives del planeta. Con Vector con su traje nuevo de detective, sin duda esta vez no perdería el tiempo con la señorita Vainilla. Y de Tails y Cream, ellos siempre estaban comunicados, ya que la pequeña Cream iba siempre con él después de clases. Algún día quería ser como él, en inteligencia superior como en modales y educación. Aunque ya no era la misma conejita pequeña que era antes, ahora era una completa puberta con tan solo 12 años de edad, sus orejas eran mas largas y el vestido era totalmente cambiado a uno mas femenil y lindo. Acompañado con unas botas de cuero negras arriba de la rodilla.
- ¡Cuánto has cambiado Amy!-. Admiró Silver viéndola de arriba a abajo. Realmente este paso de los años había cambiado mucho, con un cuerpo de niña a mujer. Amy era como su hermana menor, y a pesar de serlo, la comunicación de ellos, desapareció con la lejanía entre ambos. Dando un sentimiento mas fuerte de alegría mientras se volvían a encontrar otra vez, sabiendo que el día de mañana, volverán a sus respectivas vidas.
- Gracias Silver -. Agradeció mientras se acercaba con el grupo de amigos que se situaban en las sillas alrededor de la mesa. Tomó asiento y se dirigió a platicar con Blaze, acerca de la vida de trabajo que estaban llevando en el presente. 
Sólo faltaba el invitado especial, no podía imaginarse como estaría ahora. ¿Seria mas alto? o ¿Más guapo? Aunque eso ya sería algo imposible para ella. A pesar de los años seguía enamorada de él, desde el primer día donde sus ojos se cruzaron. Ojos jade con ojos esmeralda. Una combinacion perfecta de ojos brillantes luciendo mucho mejor acompañados por una pequeña pero gran sonrisa tímida por parte de ambos.
- ¡Ya llegó!- Oyó gritar desde lejos, para ponerse de pie junto con los demás a sus respectivos lugares que habían acordado hace unas horas en cuanto llegase el erizo. Las luces del jardín se apagaron, dando un ambiente frío y oscuro. Impidiendo ver las sombras de los demás escondidos. Unos atrás de unos arbustos, otros abajo de la mesa. 
Esperaron impacientemente la señal de abrirse la puerta dando entendimiento de que el erizo había llegado al destino planeado. Una vez dentro, las luces volvieron por sí solas a dar luz, como hace en unos momentos, mientras que todos salieron de sus escondites para ir corriendo hacia el erizo azúl, que demostraba una gran sonrisa imposible de borrar de su rostro.
- ¡SONIC!-. Gritaron todos mientras se acercaban velozmente hacia él. Recibiendo un gigantesco abrazo grupal.
- Je je, me da mucho gusto volverlos a ver a todos-. Respondió a las acciones de alegría por parte de la mayoría. Cierta eriza, decidió observar primero y decidir que sería mejor, que después de los demás. Debe ser un largo viaje y cansado para alguien como él.
- ¡Amy!-. Gritó Rouge, para acercarse a la eriza, y jalarla de brazo, para ponerla frente a frente de Sonic. Los demás se hicieron a un lado como si de una boda se tratase, la mama entregando a su hija, al altar donde le espera su futuro y gran esposo. Pero éste no es el caso, solo era un simple reencuentro, pero especial para ella, quien por unos momentos se quedó observando una vez más al erizo, formando poco a poco una bella sonrisa en su rostro, mientras sus ojos se hacían grandes y brillosos por la luz. Un silencio desesperado pero cómodo entró al ambiente. Todos se esperaban la reacción de ambos erizos, quienes aún no hacían contacto entre ellos, más que el visual. Se dirigió con pasos lentos, pero grandes para llegar hacia Sonic, y abrazarlo de una manera apretada pero agradable al erizo, quien respondió con el mismo abrazo de ella, cerrando sus ojos, y apegandola más a el.
- Bienvenido a casa, Sonic-. Saludó mientras seguía abranzandole con mas fuerza el cuello, luego de soltar unas cuantas lágrimas de felicidad. Al principio no supo cómo reaccionar ante sus ojos verlo. No cambió en nada, mas que en su aspecto. Se hizo mas grande y fuerte. Su cuerpo estaba fornicado. Lo que le daba un aspecto mas maduro.
- Gracias Amy-. Agradeció mientras le abrazó finalmente mientras le depositaba un beso cálido y pequeño en su cachete. Viendo a los demás del grupo, aplaudirles mientras echaban piropos acerca de ellos dos. Este, sin duda, era un gran reencuentro. Se sintió otra vez en casa, con todos los que podía llamar familia.
La fiesta comenzó con un poco de música y charla entre todos. Cada uno contaba pequeñas anécdotas de todo el tiempo que pasó. Sonrisas, tristezas, tragedias, bromas, charlas fueron escuchadas por cada uno con atención. "Si así fuese antes de irme". Pensó Amy para sus adentros, sin quitar su suave sonrisa pequeña que demostraba a sus amigos. Siempre amaba todos y cada uno de los momentos que compartía con cada uno de sus amigos. La idea de estar enferma, le dejaba un gran y profundo vacío en su corazón, algo que jamás será quitado por otro suceso que pueda superar eso. Nada que la pueda hacer sentir viva cada día que se encontraba muriéndose poco a poco. No quedaba mucho tiempo, y sabía perfectamente que cada día que pasaba, era uno menos para llegar a su final. Un final que preferiría no contar a nadie. Ni siquiera a su amiga mas cercana, Rouge.
- Hora de bailar-. Logró escuchar el grito de Silver indicando que era hora de empezar a bailar en parejas, para sacarla de sus pensamientos. El centro del jardín poco a poco se empezo a llenar con las parejas que formaban sus amigos, no hizo nada mas que observar cariñosamente la escena de parejas bailando con alegría y amor. " Un momento asi, sería especial".
- ¿Quieres bailar?-. Volteó para ver a Sonic, a su lado, quien le estiraba su mano para que aceptara su invitación al centro del jardín.
- Sí-. Asintió mientras entregaba su pequeña y delicada mano, a la de él. Quien, sin pensarlo más, la llevo corriendo a bailar.
Una vez ahí, la canción se puso lenta y romántica. Haciendo que la pareja se pegase mas, uno al otro. Las manos de Sonic, rodeaban su cintura pequeña. mientras que la de Amy, se encontraban alrededor de su cuello. Dando un ambiente mas lindo.
- ¿Qué me cuentas tú, Amy?-. Preguntó mientras alzaba la mano, para hacer que girara, en su mismo lugar.
- Nada interesante, supongo.-
- Vamos-. Insistió-. ¿Algo nuevo? ¿Pareja?
- Je, ¿Pareja?-. Rió para sus adentros. "Nada que me interese mas que tú".- Pues, últimamente he estado muy ocupada con mucho trabajo como secretaria para una empresa de aquí. Son muchos papeleos que tengo que hacer, y apenas me da tiempo para dormirme. Las cosas se han hecho un poco pesadas, digamos que la empresa está cayendo.
- Vaya, eso si está dificil para alguien como tú-. Admitió el erizo.
- ¿Alguien como yo?-. Interrogó con una molestia falsa.- ¿Estás tratandome de decir que alguien como yo no puede con estas cosas?
- Si. No.- Respondió rápidamente.- Bueno, es decir, no digo que no puedas... sé que puedes, pero, si. Es decir, no quize decir eso, yo...-Tartamudeo. Intentaba entenderla de una manera comprensiva, lo cual no logró articular bien lo que decía.
- Je-. Sonrió.- Tranquilo, entiendo a donde querías llegar. No te preocupes. ¿ Y dónde piensas vivir?
- Por ahora, no tengo dónde. Ya que Tails tiene espacio ocupado con uno de sus proyectos con las naves. Creo que tendré que rentar un cuarto en un hotel.
- Te puedes quedar en mi casa-. Invitó.
- ¿Segura? ¿ No será una molestia?-. Cuestionó levantando una ceja.
- Je. Claro que no. Acabas de llegar y sé que será díficil encontrar un lugar aquí. Además, para que te sientas mas a gusto, tengo un cuarto de huéspedes en mi casa, puedes dormir ahí.


- Bueno, gracias-. Agradeció mientras seguía bailando cada canción de la pista. Sin duda, esta será una larga noche de bienvenida. A lo cual, disfrutará cada segundo con cada uno de sus amigos. Después de este tiempo, Amy había cambiado completamente. Ya no era la pequeña eriza que conoció hace 8 años. Era diferente. Era mas hermosa y trabajadora, lo cual le agradaba mas por su parte, y tenía asegurado que ir a su casa a dormir por un tiempo, no sería tan desagradable como hubiese sido antes.
CONTINUARA...

martes, 3 de mayo de 2016

AVISOOO!! Y decision nueva.

Hola, van a querer que siga este blog aun?
Hay alguien vivo por aqui??
Aun tengo esperanza de que existen??
Alguien? TnT

Lamento ahora si tardar demasiado con este blog, y dejarlo muy pero MUY SUSPENDIDO. Lo siento por ello, pero ahora si pienso continuar bien. Y para eso publicare esta historia nueva llamada: 
*AMANDOTE* Que los capitulos ya estan hechos desde hace meses:v solo falta publicarlo.

CAP 1: LA NOTICIA.

Era una mañana cálida y fría, el invierno se había empezado a presentar con sus gotas de nieve, cubriendo de un manto blanco a los finos árboles de la casa de cierta eriza, muy reconocida como Amy Rose. Quien apenas podía levantarse de la cama, por la debilidad que tenía. Sus brazos y piernas temblaban como gelatina, y estaba apunto de caerse si no fuese por el ropero que estaba a su lado para sostenerse. Recordó la plática de ayer.

*FLASH BLACK*

- ¡Vamos Amy! No te ves muy bien desde hace semanas, debes ir a checarte porque no creo que sea por las horas extras que trabajas.- Regañaba la gata de nombre Blaze, quien tenía los brazos cruzados mientras dejaba su taza de te, en medio de la mesa.

- No te preocupes Blaze, estoy bien.- Intentó sonreir, un poco falsa la sonrisa, lo cual ella notó y siguió sin creerle que eso la dejara asi.- Esta bien, iré a checarme hoy. Y luego te aviso.

- Esta bien. Te deseo suerte mientras que no sea nada malo ni grave.

- Verás que no.

*FIN DEL FLASH BLACK*

Al parecer ya no sabía, si pudiera mantener firme su palabra de estar bien. Al fijarse en ese espejo amplio y grande, se dió cuenta que su cuerpo y rostro habían cambiado completamente. Sus ojos eran algo rojizos, y se podía ver que en cuestión de segundos iban a lagrimear. Sus cachetes eran un poco más flacos y ya no tan redondos como los tenía hace unos meses. Su color rosa, ha ido perdiendo un poco su tinte natural, dándole un rosa blanquino. Sus manos estaban más delgadas de que las de costumbre. Algo estaba pasando, y ya estaba seguro que no eran las horas extras de trabajo.

Salió afuera de su casa, en una pijama para ver si tenia algo de correspondencia: solo una carta negra, con domicilio del hospital que había ido ayer. Tembló un poco por el temor de la respuesta de lo que podia ser. Decidió entrar a su casa, y calentarse un poco de café, para leerla tranquilamente.

*-*-*-*-*-*

- ¿Y eso?.- Hablaba por telefono el zorro, muy conocido como Tails.- Eso significa que estarás de nuevo en casa. Vaya a Amy le dará mucho gusto al saber que volverás otra vez Sonic.- Entusiasmado el zorro, colgó el teléfono y se dirigió a la sala donde estaba Cream y Chesse haciendo sus coronas de flores.

- ¿El señor Sonic viene a casa?- Pregunto la pequeña coneja, mientras se detenía de hacer sus flores.

- Asi es. Sonic viene a casa. Despues de 3 años, al fin viene.

- ¿Que te parece si le hacemos una fiesta de bienvenida con todos nuestros amigos?

- Hay que ocuparnos toda esta tarde, ya que el llega esta noche.

- Esta bien. Ire a avisar a los demas.

Tres años eran mucho tiempo sin ver al heroe de Mobius, a su mejor amigo Sonic. Quien sin importar qué, hacía todo lo posible por rescatarlos y mantenerlos a salvo a cada uno de ellos. Los recuerdos habían llegado, pues no solamente se dejaron de ver por su ausencia. Tambien todos, muy poco sabian unos de otros y lo que hacian con sus vidas.

*-*-*-*-*-*

La taza se encontraba tirada mojando la alfombra rosa, que se hizo un poco gris, gracias al cafe encima de ella. Poniendola húmeda. El silencio quedó presente, y unas lágrimas acompañaron al cafe ya frío en la alfombra.

- No puede ser... tengo... cáncer.- Se dijo a sí misma la eriza mientras se arrodillaba en el suelo, sin importar que sus rodillas se empaparan con el liquido recién tirado. No lo podía creer. Sabía que su mecanismo empezó a ser diferente hace semanas atrás; pudo imaginarse cualquier otra enfermedad que se podia tratar con medicamentos y en cuestión de días, todo a la normalidad. Pero no. Con esto no. ¿Que había hecho mal? Tenia Leucemia. Una enfermedad que no la dejaría viva hasta mas de los 21 años o menos. Tenía miedo. Un miedo que no se imaginaba tener a tan poca edad, como los 18. Escuchó que tocaron la puerta, rápidamente decidió esconder la carta en su cajón de su habitacion, secarse un poco las rodillas, e ir a abrir, siempre con una sonrisa en el rostro.

- Oh, Hola Cream, pasa.- Saludo Amy a la eriza, quien llevaba en sus brazos una pequeña canasta con un poco de alimentos en esta. Pasó con mucho gusto y una sonrisa de siempre.

- Oh Amy, ¿que pasó en tu sala?!- Preguntó alarmada viendo la taza destrozada y el cafe tirado manchando la alfombra.

- No te preocupes. Solo un pequeño accidente. Bien, sientate. ¿A que se debe tu visita?

- Bueno, hay una noticia que nos llegó apenas esta mañana. Y creo que te va encantar.- Habló mientras se sentaba en el sofá.- El sr. Sonic, vendrá esta noche, y esta vez se quedará para siempre con nosotros.

- ¿¡Que?!- Exclamó la eriza, mientras su sonrisa se hacia cada vez más grande. El erizo de sus sueños, por fin regresaría después de tres largos años insoportable para ella. Su sueño se iba a hacer realidad, podrá ver a Sonic, antes de que llegue lo que nadie se espera.

- Le vamos a organizar una fiesta de bienvenida el dia de hoy en la noche, en el patio trasero de Tails, esperemos su presencia alli.

- Claro que ahí estaré. Gracias por la noticia.

- Bueno, es hora de irme, ya que aún tengo que avisarle a los demas de nuestros amigos.- Dijo parándose del sofá y dirigiéndose para la puerta. Una vez, fuera de la casa, la eriza subió corriendo a su habitación. Se checó en el espejo su aspecto, y pensó que es hora de cambiar su look. Decidió no pensar en su enfermedad, recién descubierta esta mañana.

Hoy era día de ver a su erizo, que día por día estuvo esperando su regreso. Era hora de ir al centro comercial a comprarse algo nuevo de ropa también. Agarró su celular, que se ubicaba en su escritorio. Marcó, esperando pacientemente a que contestaran.

- ¿Hola? Rouge. Hay que ir al centro comercial hoy.- Le avisó decidida.

CONTINUARÁ.-.-.-
Bueno ese es el primer capítulo de esta historia, en dos días más publico la segunda parte de esta historia, claro si aun siguen vivos y me demuestran que aun son fieles y siguen ahi porfavorxd
Los adoro! 
Nos leemos, si quieren, en dos dias n.n