martes, 28 de junio de 2016

~Cap 8: Una decisión.~

La mañana había llegado tranquilamente, mientras los rayos del sol empezaban a penetrar las suaves cortinas rosas colocadas en su ventana, con corazones como decoración. Se levantó un poco con pereza mientras trataba de recordar lo que había pasado ayer.

"¡No puede ser!" Pensó la eriza mientras se miraba por debajo de las sabanas que la cubrían. Estaba completamente desnuda tal cual como debió nacer. Miró a su lado, donde se encontró con un erizo azul quien, abrazaba su cintura con su mano fuerte. Sacudió un poco su cabeza, mientras miles de recuerdos llegaban a su pequeña cabeza, pero no había nada más que hacer. Lo hecho estaba hecho y nada que pudiera hacerlo deshecho.

— ¡Sonic!—Gritó con la intención de lograr despertarlo.

¿Qué pasa? Preguntó Sonic apenas medio despierto, intentando ver con claridad a su alrededor.

¿Qué? ¡¿Qué pasa?! Inquirió Amy con un poco de enojo.— Lo que hicimos... ayer...

¿Qué? No le veo el problema, los dos nos queremos.— Continuó mientras se sentaba a su lado.

— Bueno eso sí, pero... ¿Estás seguro que realmente me quieres a mí?

— ¿Estás dudando? ¡Claro que te quiero! Como no tienes idea. Estos tres años lejos de ustedes, me di cuenta que no dejaba de pensar en ti, completamente en ti. Y en ese tiempo, la duda existía. No entendía por qué siempre te tenía en mi mente. Hasta llegar al punto que casi no puedo vivir sin ti, por eso decidí regresar. Necesitaba verte, esperanzado de que aún no estuvieras con alguien más al menos que no sea conmigo.— Miró con una suave sonrisa a la eriza, quien se encontraba sonrojada escuchando cada palabra con mucha atención.— Te amo, Amy Rose.

*-*-*-*

La semana había pasado de manera muy rápido, y el día de la celebración de Silver y Blaze había llegado. Amy se encontraba en la casa de Rouge tomando un poco de café en su sala, mientras que Sonic y Knuckles habían decidido, o más bien habían sido obligados a comprarse un traje o ropa formal para el evento de hoy. Ya debía de ser hora de madurar y arreglarse como hombres.

Y bien, Rose. ¿Cómo ha ido su relación entre Sonic y tú?— Sorbió un poco a su taza, mientras que no le quitaba la mirada de encima.

— Pues...

*FLASH BLACK*

— Te amo, Amy Rose.— Finalizó Sonic tomándole gentilmente la mano.

¿No es una broma?— Preguntó la eriza sonriendo un poco.

— ¡Amy!— Se quejó enojado por su broma de mal gusto.

— Je, je. Está bien te creo. Entonces, ¿No es un sueño?— Cuestionó. Quería ponerse 100% segura para después no terminar con el corazón roto, como muchas veces atrás.

— No lo es, te lo demuestro.— Se acercó lentamente a ella, para colocar sus labios encima de Amy, besándola cariñosamente de manera lenta y suave. Posicionándose enfrente de ella de rodillas para continuar mejor el beso.
Seguramente ya había pasado demasiado tiempo en la que no la veía. Con su hermosa sonrisa de siempre de una chica sincera, delicada y capaz de hacer todo.
En esos tres años eran los tiempos más tontos tanto como los tiempos mas abiertos. Pues se había dado cuenta de los verdaderos sentimientos hacia ella. Y lo tonto que era por decidir darse 3 años lejos del ser vivo del que se da cuenta del cual no puede vivir sin ella.

*FIN DEL FLASH BLAKC*

— Somos oficial. ¡Me ama!— Gritó emocionada, mientras abrazaba a su amiga para evitar tener que actuar de manera infantil.— ¡Me ama, al fin!

— Te lo dije, valdría la pena esperar. Aunque ese Sonic si es muy tardado con cosas como estas.

— Pero no importa.— Continuó.— Soy lo suficientemente capaz de esperarlo hasta quizás en la otra vida. Sin importar cuántas veces me rompa el corazón. Puedo esperarlo.

— Te diría otra cosa pero, lo conseguiste.— Felicitó mientras tomaba un poco más de su café.

— Amy Rose nunca se rinde.— Gritó mientras se ponía encima de su sofá con gran alegría. Pensando en todos los momentos que ha pasado con Sonic desde que lo conoció.

Escuchó el timbre de la entrada de la casa de su amiga, despertándola de sus pensamientos.— Yo abro.— Se dirigió a su puerta, para encontrarse con Sonic y Knuckles quienes no tenían buena cara.— ¿Qué les paso?.— Preguntó haciéndose a un lado.

— Todo sucedió por la cabeza hueca de Knuckles.— Entró por la casa Sonic, mientras se sentaba en el sillón y tomaba el café de la taza de Rouge.

— Claro, ya ni quería mi café.— Se quejó Rouge.

— ¿Mi cabeza hueca? ¡Tú fuiste el que olvidó nuestras billeteras en la bolsa de comida!— Se defendió a sí mismo el equidna, mientras le quitaba la taza de café a Sonic, y tomaba un poco.

— ¡Ey! ¿A quién se le ocurre dejar nuestras billeteras en una caja de comida?.— Continuó mientras le quitaba la taza de nuevo.

— Chicos, tranquilos.— Habló Amy mientras se sentaba al lado de Rouge, quien miraba sarcásticamente la escena ridícula de ambos.

— Mira Amy, todo inició así.— Siguió el erizo azul.— Todo estaba bien, la ropa ya la habíamos comprado. Y decidimos ir a comprar comida, pero vimos la hora y se nos hizo tarde. Por lo cual, deje a Knuckles encargado de nuestras billeteras. Y de idiota, decidió guardarlos en una caja de comida, pero no sabemos qué paso ya que nos urgió ir al baño. Y cuando regresamos, unos niños vieron la caja y vieron el dinero que había ahí y decidieron salir corriendo. Los perseguimos, y logramos que nos la devolvieran a cambio de una cantidad, algo regular.

— Es que en el baño decía que estaba prohibido entrar con comida.— Protestó.

— ¡Sí! ¡Pero no te acordaste que en las cajas no había comida! ¡¡Eran nuestras billeteras!!

— Ya. Le exageras Sonic.— Exclamó Knuckles mientras le quitaba el asunto para iniciar otro.

*-*

La fiesta al parecer iba demasiado bien para todos. Sirvieron unos platillos de fideo verde junto con puré de papa.
Pero no todo parecía ir bien para cierta eriza quien en unos minutos empezó a sentirse mareada por unos minutos hasta quedarse desmayada.

— ¡Amy!.— Gritó Sonic acercándose velozmente a ella y cargándola para ponerla en una camilla y llevarla a un hospital mientras que los demás lo seguían.

"Sentí como unos dolores de cabeza empezaban a llenarme. Aunque trataba de evitarlo todo el tiempo de la cena de la fiesta, no podía. Solo sentí que todo se apagó de repente despertándome en un hospital." Pensó Amy así misma mientras estaba intentando descifrar lo que había pasado. La hora ya se acercaba a lo que ya le había empezado a tener miedo de irse de ese mundo.
Ese mundo lleno de maravillas y personas maravillosas que la rodeaban. Y las que estaban justamente alrededor de ella cuando abrió los ojos.

— ¿Estás bien, Amy? ¿Qué te pasó?— Preguntó el erizo alarmado acercándose a ella más rápido que los demás. Realmente todo apenas iba bien. Apenas habían llegado a la cena para irse a comer rápidamente. Habían llegado algo tarde si no hubiese sido por Knuckles quien olvido llenar el tanque de gasolina. "Estúpido Knckles". Pensó Sonic con algo de sonrisa y preocupación por lo que acaba de pasar.

— Sí Sonic. Estoy bien. Y..— Intentó buscar a Blaze y a Silver a su lado.— Lo siento mucho chicos, yo....

— Tranquila Amy. No pasa nada. Nos preocupa tu salud. Además ya tendremos tiempo para celebrar más años de esta criatura.— Habló Blaze tocándose suavemente su vientre un poco plano.

— Enserio. Perdonen. Y lamento haberles preocupado.— Se disculpó agachando su cabeza mientras jugaba con las uñas de sus dedos.

— Tranquila. No pasa nada. Lo importante es que ya estés consciente.— Habló Silver mientras mostraba una cálida sonrisa pequeña y sincera quitando toda la culpabilidad a Amy.

— Disculpen.— Llamó el doctor mientras entraba a la habitación.— ¿Me permiten un momento a solas con la paciente?
— ¿Estará bien?.— Preguntó Sonic antes de irse.

— Tranquilícese ella estará bien.— Aseguró el doctor.

— Bien. Me retiro. Amy te amo.— Se despidió Sonic depositando un pequeño beso en la frente para después marcharse tras la puerta y cerrarla.

— Muy bien señorita Amy Rose.— Inició el doctor.— Estas preguntas son algo personales pero necesarias para la prueba de examen. ¿Ha mantenido usted una actividad sexual últimamente?

— Usted cree que...— Exclamó con asombro mientras recordaba lo de la noche hace una semana.

— En efecto. Hay un 90% de probabilidad positiva. Parece que no son necesarios los exámenes. Usted está esperando un erizo nuevo. Felicidades.— Dijo el doctor.

— Con que un bebé. Amy....— Habló Rouge haciéndose notar por la ventana de la habitación.

— ¡Rouge! ¿¡Qué haces ahí?!— Exclamó la eriza mientras la veía adentrarse.

— Quería saber cómo ibas con tu salud Rose. Y evitar que me vuelvas a esconder otra cosa más. Deberías estar feliz por la noticia. ¡Vas a tener un bebé! Y...

— No.— Silenció Amy el asunto mientras cerraba los ojos.— No lo habrá.

—¡¿Qué!?.- Preguntó con asombro. No podía ser verdad o no quería pensar lo que ella no debería de hacer. Ese era el sueño de ella desde que era un infante. Se esperaba que todo vaya a ser una broma de mal gusto o algo parecido.

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