jueves, 26 de mayo de 2016

~ Cap 3: Un paseo~

La mañana llegó entrando por su ventana. Con un pequeño y ligero rayo de sol, traspasando los cristalinos transparentes de sus vidrios. Era hora de levantarse. Se talló los ojos grandes que tenía esa eriza rosa, y sonrió al ver el hermoso día que se mostraba por el otro lado de la ventana. "Sería solo un sueño, si esto pasara para siempre". Pensó con dificultad, mientras luchaba por no borrar aquella sonrisa que llevaba en su frágil rostro.
Escuchó un ruido en la cocina, lo cual la alarmó. ¿Quién tenía el descaro de entrar a su casa sin autorización? Bajo corriendo las escaleras, no sin antes agarrar la escoba como arma. Quizás podría ser un ladrón. Se acercó sigilosamente a la orilla de la entrada de su cocina, y en un instante se colocó en medio de ella, asombrándose más de lo que no se imaginaba.
- ¡Ey, Amy!-. Claro, había olvidado que el erizo se quedaría en su casa mientras conseguía la suya por una temporada. Soltó la escoba colocándola en la pared, mientras se adentraba más a la cocina.
- Sonic, se me había olvidado que estabas aquí. Estoy tan acostumbrada a vivir sola, que se me pasó-. Sonrió mientras se dirigía al lavabo, a servirse un poco de agua, para calmar los nervios que tenía hace unos minutos.
- No te preocupes, Ames. Por cierto, estoy preparando el desayuno, ya que si vivo aquí, al menos haré algo de provecho-. Habló Sonic mientras se acercaba a la estufa, y seguía cocinando.
- Me suena bien la idea. ¿Qué es lo que cocinaremos?-. Preguntó dirgiendose a la mesa del comedor. Y agarraba aquella silla de madera que estaba alrededor de ésta.
- ¿Te apetece un hot-cake?-.
- Je si, me encantan los hot-cakes. No sabía que sabes cocinar-.
- Aprendí mucho en los años que estuve lejos de aquí-. Explicó mientras apagaba la estufa, y se dirigía con los dos platos hacia la mesa. Donde se encontraba Amy.- Dime, ¿ Qué tanto ha cambiado este lugar?
- No mucho-. Contestó.- Las cosas siempre han sido como antes de que te fueras. Ha habido uno que otro problema de robos y secuestro, pero el lugar sigue pacífico. Te impresionarías que los parques estén completamente idénticos como la última vez.
- Vaya, entonces, sigue siendo lo mismo. No hay mucho que contar.- Sonrió.- ¿Y qué harás hoy?
- No tengo planeado, más que dormir y descansar. Mañana tengo trabajos que hacer desde las 5 de la mañana.
- ¿Qué te parece si salimos hoy?-. Invitó el erizo, dándole un bocado al desayuno.
- ¿Hoy?-. Cuestionó la eriza sorprendida de la inesperada pregunta de Sonic. Desde tiempos atrás Sonic era el erizo más tímido para este tipo de cosas, por lo cual cada vez que ella le pedía algo como "cita", él nunca respondía, se hacía el zurdeado o sólo salía huyendo a toda velocidad, dejándola sola con el corazón roto. Quizás las cosas no habían cambiado por aquí pero, sobre él. Cambió.
- Sí, hay un lugar que aprecio mucho, y me encantaría ir de nuevo allá. Podemos ir juntos, para que aprecies el mismo lugar que yo.
- Es que... No lo sé. Tengo papeleos que llenar y muchas cosas que limpiar por aquí y por acá en esta casa. Ya que sólo es un día a la semana que descanso. - Habló Amy mientras miraba la casa que tenía en su alrededor, había basurilla y polvo por los pisos, algunos muebles incluidos también.
- Es domingo Amy. Date un descanso de verdad-. Insistió.
- Esta bien-. Accedió mientras se dirigía hacia las escaleras.- Iré a cambiarme. Espera un momento.
*-*-*-*-*
El día era largo y aún tenían demasiadas horas para que acabase ese día. Por lo cual Sonic decidió tomar el transporte del metro, a pesar de todo de que tiene su velocidad, decidió ir despacio con la eriza, aprovechando que así tenían tiempo para platicar y saber más del uno y del otro.

- ¿De qué te ríes?-. Preguntó mientras subía adentro del transporte y veía como ella sacaba una que otra risita.
- Que el gran Sonic haya tomado un transporte al lugar de ir corriendo a velocidad super sónica. Eso es algo irónico-. Ríe otra vez.
- Yo no le veo el problema-. Se defendió mientras sacaba una sonrisa.
- No. Claro que no hay problema, me gusta ver el paisaje cuando voy a otro lugar.
- Amas mucho ver los paisajes verdad? ¿Cuáles te gustan más? ¿Los acuáticos, atardeceres, amaneceres, los anocheceres, los de otoño, primavera, verano, o invierno?-. Cuestionó provocando una risa más grande a la eriza.
- Pues para serte sincera, me encantan todos.
- ¿Hasta los panteones?
- Je, no. Claro que no-. Se rió mientras se sujetaba del palo de metal de la puerta para fijar su vista al paisaje que iba pasando-. Pero muy pronto estaré en uno-. Susurró casi inaudible, mientras agachaba la cabeza y se sujetaba más fuerte del metal.
- ¿Qué?-. Preguntó haciéndole saber que si había escuchado, pero no muy claro.
- ¿Eh?, No, no dije nada-. Mintió.
- Bueno, ya llegamos hay que bajarnos.- La toma de la mano, mientras que se sonroja extremadamente para salir. El metro es un transporte rápido pero también muy peligroso por lo que había vivido la vez pasada.
*-*-*-*
Caminaron por un rato mientras observaban lo que eran los árboles, las flores de distintas formas y colores. Realmente este es un lugar único y ella muy poco conocía este lugar. Su trabajo era pesado, y no tenía tiempo para darse un pequeño descanso, apenas le alcanzaba para poder hacer las labores de la casa. Su vida no era muy buena como se lo esperaba desde pequeña. Pero aún tenía ese sueño de pequeña: Tener una familia.

Alguien que la pudiera amar de verdad por lo que era, pero las cosas en la vida no siempre se cumplía y no cabía nada más que hacer que aceptar.
Siguieron caminando por un rato largo por un hermoso pasillo cementado de color amarillo. Mientras a su perímetro se encontraban las rosas rojas iluminándolo mejor con buena vista. Empezaron a platicar de nuevo, pues el camino no era corto. Y Sonic necesitaba al menos conocerla de nuevo.
No sabía si era porque quizás había cambiado en este tiempo, o tal vez, seguía siendo la misma Amy que conoció desde que era un infante. Los recuerdos volaron por su cabeza como una pequeña estrella fugaz. Risas, rescates y planes donde tenían que trabajar juntos. A pesar de ser una eriza un poco testaruda, debía admitir que ella tenía agallas. Conociéndola cuando se enfada de verdad. Procuraba siempre no hacerla enfadar por temor a que saque de nuevo su martillo. Su arma de defensa. No la culpaba por eso. Pero ahora había notado el gran cambio que había tenido. Su cuerpo se convirtió en una hermosa figura de una eriza grande, su voz era más suave, sus púas habían crecido. Se los había dejado crecer dándole puntos a la apariencia.
- Y así son todos los días.- Contaba la eriza acerca de su trabajo mientras escalaban una pequeña colina arriba. Estaba realmente relajada, las cosas con Sonic estaban yendo bastante bien. Sonic le hablaba de muchas cosas de las cuales había vivido desde que estaba lejos de ellos. Era una vida como siempre, un agente de rescate en la organización más importante de Mobius. Las cosas en el parecían iguales, excepto a lo que era su aspecto. Había cambiado completamente, haciéndose más atractivo de lo que pensaba ella.
- ¡Wow! Sí que es mucho lo que tienes que hacer, ¿No crees que es injusto?-. Preguntó el erizo un poco preocupado. No era más que la verdad. Ella tenía un trabajo lleno de cosas que hacer como secretaria/licenciada para la empresa. Una empresa muy exitosa por aquí. Amy suspiro lentamente mientras recordaba cómo había sido últimamente en estos meses. La empresa cada vez tenía más demandas y ofertas por hacer. Ya que la gente de ahí pedía cada vez más y más. Sin mencionar lo que pasó con su jefe. Quien era un erizo multimillonario y a veces la manoseaba una que otra vez en el trasero diciéndole que sólo fue un error o que quería sostenerla cada vez que se subía al almacén con una pequeña escalera temblorosa para agarrar algo que él le pedía.
Eso la hacía sentir totalmente intimidada y acosada. Realmente no le gusta esos pequeños "errores" o "excusas" que él le inventaba para poder manosearla aunque sea poco. Pero eso decidió callárselo para sí sola. Tenía el temor de que él llegase un día a despedirla y ya no tener con qué mantenerse en los pocos meses que le quedaban de vida. Sin querer soltó una lágrima resbalándose por su mejilla. Preocupando al erizo.
- ¿Dije algo malo? Perdón Amy, no quise hacerte sentir mal. Lo siento.- Se disculpó el erizo pensando que fue su causa esa lágrima. Para animar un poco de nuevo el ambiente, le avisó que ya llegaron al lugar que tanto habían caminado para ir hacia allí.
Ahí estaban. En una hermosa vista de arriba hacia abajo donde era la ciudad. Aunque preferiría estar de noche, aún de día era hermosa la vista que se presentaba ante sus ojos. Todo de lo que un día se había imaginado en sus sueños, pero jamás verlo presente de verdad ante ella. Una suave brisa hizo mover tranquilamente sus púas rosadas, haciéndola sentir como viva después de tanto tiempo. Apreció rápidamente este lugar, después de todo, valió la pena dejar los deberes de su casa. Sonic la trajo a un lugar que ella no se imaginaba que él apreciaba también. Se agachó suave y lentamente hacia el césped en sus pies, para poder sentarse en él. Mientras que Sonic daba un respiro de alivio mientras se echaba a acostar en el verde césped.
- Sonic, vaya. No sabía que tu visitabas lugares como estos.- Hablo la eriza mientras seguía apreciando la vista hacia la ciudad que tenía abajo. Desde allí se podía observar los carros moverse rápidos, mientras que había hoteles, casas, iglesias, y carteles de restaurantes y servicios públicos en uno que otro edificio.
- Me gusta mucho conocer lugares así en este planeta. Pero debo decirte que este es mi favorito. Vengo más seguido por aquí.- Comentó Sonic mientras hacía una cruz con sus brazos abajo de su cabeza utilizándolos como almohadas.
- Y también en el mío.- Añadió Amy mientras se acostaba junto con Sonic apoyándose en su codo. Mientras que éste la volteaba a ver.
- Je, ¿ Enserio te gustó?.- Preguntó con una esperanza de que ella fuese sincera.
- Me encantó. De verdad. Gracias por traerme aquí.- Agradeció mientras se sentaba otra vez para tener una mejor vista de la ciudad. "Quisiera quedarme aquí por siempre donde no haya ruidos ni preocupaciones". Pensó para si misma, mientras abrazaba sus rodillas y colocaba su cabeza en sus manos. Realmente era un bello deseo que ahora quería. Quizás la vida es injusta con ella, porque jamás dejo de existir lo que era el dolor y el sufrimiento. Pero también existen cosas que realmente aprecia como a sus amigos, y aunque nunca conoció a sus padres, sus amigos le llenaban el vacío que sentía sin tener una familia de verdad.
- ¿En qué tanto piensas?.- Cuestionó el erizo mientras se sentaba a su lado. Y se pegaba a ella.
- En nada.- Mintió.
- ¡Vamos, dime!.- Insistió.
- Oye, si yo me fuese.- Comenzó a decir mientras no apartaba la vista de la ciudad.- ¿Qué harías?
- Buscarte.- Dijo Sonic mientras se preguntaba a qué motivo venía esa pregunta.- ¿Te vas a ir?
- No. Solo quería saber tu reacción.
- Te buscaría cueste lo que cueste.- Miró el cielo que aún estaba hermoso. Pero ya era tiempo de volver a irse, sabía que Amy tiene cosas por hacer, así que solo iban a estar unas cuantas horas.- Amy, vámonos ya. Hay mucho que recorrer.
- Si.- Le dijo mientras se levantaba del césped con la mano de Sonic. Una vez parados los dos, empezaron a dar recorrido al lugar. Realmente ella admiraba todo lo que pasaba en su alrededor, árboles, césped, flores, y unas pequeñas cascadas. Para poner un poco de diversión por parte del erizo, decidió acercarse al agua y hacer que ella también lo hiciera. Una vez que ya estaban cercas, metió lentamente sus manos al agua, y la mojó haciendo sorprender a la eriza por su repentina acción.
- ¡Sonic!.- Se quejó mientras se secaba el agua salpicada del erizo. Quien se reía por su reacción. Tampoco quería ser una aguafiestas. Así que mientras Sonic estaba distraído burlándose. Metió rápidamente sus manos al agua y le salpicó al doble. Haciendo que ya no le diera tanta gracia.- Ja ja, Sonic ya te bañaste.
- Muy graciosa.- Empezó a tomar más agua y a arrojársela mientras que ella también hacia lo mismo. Pronto se convirtió en una guerra de arrojarse agua el uno con el otro con muchas risas. Hasta que llegó el guardia del lugar y les pidió que dejaran de jugar así. Hicieron caso y se fueron a caminar el resto del camino.
- ¿Viste la cara que tenía?.- Preguntó Sonic mientras caminaba a su par.
- No te burles, no estaba tan fea. Pero... bueno, hay mejores.- Le siguió mientras se dirigían a unas escaleras abajo para poder descender de la colina.- ¡Que flojera! No quiero ir en escaleras.
- Pues vámonos por acá abajo. Bajamos la barda y ya.- Le llegó la idea de que al menos no iban a usar escaleras. Pero no estaba tan pequeña la colina, por lo cual a Amy le llegó el miedo de caerse y lastimarse.- ¡Vamos Amy!
- No. No puedo.- Negó la eriza mientras asomaba la cabeza hacia abajo.
- ¿Por qué no? ¿Tienes miedo?
- Sí.
- Ven, yo te ayudaré y si te caes te atraparé.- Intentó animarla mientras le alzaba los brazos.
- No.
- Ven. ¿No confías en mí?
- No sé. Me da miedo.
- Está bien. Vete por las escaleras.- Dijo mientras se hacía a un lado y dejaba un sentimiento de cobardía a la eriza. Por lo cual, cambió de opinión y se dirigió a la orilla aceptando la oferta. Se puso de espaldas contra la barda mientras echaba una última mirada hacia abajo.
- Tú puedes.
Oír esas palabras de Sonic la animaron más de lo que creía para tomar fuerzas de voluntad, y bajar como podía. Pero al pisar mal, resbalo haciéndola caer mientras cerraba los ojos. Pero menos mal, que Sonic estaba ahí y logró atraparla, perdiendo el equilibrio y cayendo fuerte contra el suelo.
- Lo siento.- Se disculpó Amy mientras le miraba a los ojos. Sus labios estaban muy cercas, un centímetro más y era un beso. Se sonrojó mientras sentía cada vez más cercas a Sonic. Cerró suavemente los ojos para sentir mejor lo que estaba por venir. "No puedo." Se dijo a si misma mentalmente mientras se volteaba a otra parte. Diciendo como excusa que tenía que ir al baño por urgencia.
*-*-*-*
Fue un día completamente cansado por la caminata, pero eso no le quita lo genial que se sentía a su lado viendo la naturaleza después de hace tanto tiempo. Llegaron a la casa, aventándose al sofá, mientras que ella se quitaba los zapatos que llevaba y se dirigía a la cocina, para preparar la cena e irse a dormir. Mañana tendría que levantarse temprano para ir allá y terminar un poco los labores de su casa. No podía quedarse así sin hacer nada.

Comieron tranquilamente mientras hacían una charla cómoda entre ellos y sus pequeños gustos. Se despidieron mientras cada quien iba a su propia habitación. Una vez dentro y con candado, se aventó contra la puerta mientras se dejaba caer arrastrada contra la pared. Sus lágrimas se empezaron a reunir en gran cantidad en sus ojos grandes y verdes, mientras que se abrazaba a sí misma.
" Lo siento Sonic". Pensó mientras recordaba aun lo que estaba a punto de pasar entre ellos dos acerca del beso. Ella sabía el por qué lo hizo. No sería justa si hiciera eso con él. Sabía perfectamente que no iba a durar en la vida para siempre. Aunque nadie vive para siempre. Pero muy pocos se van antes de acabar el máximo de años de la vida. Sacó la carta que le habían entregado para notificarle lo de su enfermedad, y la volvió a leer mientras se sentaba en la cama.
"Buenas tardes señorita Amelia Rose:
Esta carta es dirigida para más ni menos avisarle sobre su salud. Checamos muy bien los análisis antes de poder darle su explicación.
Lamentamos decirle por este medio que sus análisis, salieron positivas. Usted tiene Leucemia. Lamentablemente ya no se puede hacer nada, su enfermedad ha ido aumentando al nivel de no poder hacer nada completamente."
Cayeron dos espesas lágrimas mojando en dos círculos la carta. La dejó a un lado mientras se acostaba y abrazaba la almohada, sin aguantar más y echarse a llorar en silencio por esto. "Si Sonic se enamora de mí, y si yo me sigo enamorando de él. La despedida será más dolorosa de lo que no me pueda imaginar. Tengo que estar distante con él. No quiero que él se arruine la vida al ver como pierdo yo la mía. Merece vivir".
La noche cayó rápido, y la luz de la luna redonda, tenía sus brillos entrando por su amplia ventana que dirigía a su balcón. Se acercó a la ventana y aún con sus ojos llorosos y las lágrimas cayendo, miró la hermosa luna que tenía arriba, siendo acompañada por las estrellas inferiores. "Si un deseo tuviese, sería ser feliz de verdad, formando una familia con el erizo que amo."
Continuara*-*-*-*

1 comentario: